C a r g a n d o . . .
Blog
  • Inicio
  • Blog
  • Algunos determinantes sociales de salud en Benalúa
Algunos determinantes sociales de salud en Benalúa
23 Sep

Algunos determinantes sociales de salud en Benalúa

“El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.”

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Una de las ventajas de la profesión de farmacéutico es que te permite conocer de cerca a tu población de referencia, sus maneras de vivir, y sobre todo, conocer sus determinantes sociales de salud. Cuando hace tres años empecé a trabajar en Benalúa, me llamó mucho la atención la carencia de familias jóvenes que viven en este barrio. No hay que ser muy astuto para, paseando por las calles Pérez Medina, Doctor Just o García Andreu, darse cuenta de que el envejecimiento de la población en este rincón de Alicante es cada vez más acentuado, no sólo en el hecho de ver una mayoría de gente mayor, sino porque percibes que siendo un barrio de carácter residencial, apenas se ven niños o adolescentes .

Si analizamos los datos estadísticos, se enfatiza todavía más este hecho, dado que, por ejemplo, sabemos, según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) de 2019, que de los 9279 habitantes de nuestro barrio (Dato del padrón municipal a 1/1/2019) la tasa de envejecimiento (Vecinos con residencia y domicilio habitual en el territorio mayores de 64 años en relación al total de población), es del 29,21% mientras la media nacional oscila en el 9,53%. Además la edad media del área es de 53,8 años, mientras que en España (un país envejecido dentro de la Unión Europea) es de 43,1 años. Podríamos seguir pormenorizando datos sobre natalidad, mortalidad o número de nacimientos por mujer, pero estos indicadores nos seguirían revelando que el barrio, hoy por hoy, se ha hecho mayor.

Detectamos entonces tres problemas prevenibles que deben ser atendidos en el área:

  1. Más envejecimiento requiere de más recursos sanitarios, más inversión en salud, y no sólo desde el prisma puramente médico, sino otros aspectos sociales como la movilidad, tener  aceras y establecimientos aptos para sillas de ruedas, calles más pensadas en el peatón y menos en el automóvil, más bancos para sentarse y poder descansar, más zonas donde practicar ejercicio y más áreas verdes.
     
  2. La soledad. De todos los obstáculos que conllevan llegar a la vejez, la soledad preocupa especialmente a aquellos que la padecen. Esto no significa hablar sólo de personas que viven solas, sino también, de personas que se sienten solas, aunque convivan con más gente, ya que han abandonado sus redes de amigos, o que su unión con los familiares ha perdido sujeción de forma bilateral, y no encuentran acomodo en su actual situación personal.  Durante estos meses difíciles, durante y después del confinamiento, su situación se ha visto agravada, y es en este momento de reseteo local, nacional y global, cuando toca hacer autocrítica y replantear estrategias específicas para mejorar la situación sociosanitaria de estos vecinos. Seguramente haya que alzar la voz otra vez para que nuestros dirigentes políticos se acuerden de la imperiosa necesidad de un centro de día en el barrio, histórica demanda de las Asociación de vecinos “El Templete”, y que no debe ser contemplada como un gasto, sino más bien como una inversión a medio plazo, puesto que, por desgracia, muchas veces, estos colectivos sobreutilizan los centros de salud como herramienta de escape hacia una conexión con el exterior, y eso, sí que supone un coste no amortizable. Primero, porque muchas veces se medicaliza o, mejor dicho, se trata con fármacos esta situación, cuando no sólo  es un problema con un enfoque clínico, sino que es principalmente psicológico, y hay numerosos estudios científicos donde avalan que la mejor terapia para combatir la soledad es tener al alcance actividades en las cuales las personas nos podamos sentir útiles, y dichas actividades deben ser accesibles, cercanos y funcionales.  Pero no es suficiente con el centro de día, además, se deberían realizar actividades en las infraestructuras que ya disponemos, como conciertos o talleres en la Plaza Navarro Rodrigo, más actividades deportivas o crear un huerto urbano en la Plaza del Grupo Escolar. Hay muchas opciones que deben ser tomadas en cuenta por las autoridades municipales y autonómicas para mejorar el bienestar de nuestro entorno. 
     
  3. La accesibilidad. Cada vez hay que desplazarse más distancia para poder acceder a comprar las necesidades esenciales de un ciudadano. El cierre de muchos pequeños comercios supone que, con frecuencia, haya que hacer largos desplazamientos para poder adquirir determinados artículos imprescindibles. Por eso, es necesario cuidar los comercios de cercanía, dado que además, mantienen las calles seguras, con vida y luz, aportando una singularidad única a las ciudades en general, y a sus barrios en particular. En Benalúa estamos siendo testigos del deterioro del Mercado y de muchas de sus calles comerciales, y eso, de forma indirecta, afecta a la calidad de vida de la población más vulnerable.  

Para finalizar estas líneas, me gustaría reiterar la importancia de tratar estos determinantes de salud desde su perfil antropológico, sobre todo el de la soledad (o ausencia de compañía), que a día de hoy es un grave problema social y de salud pública, que se correlaciona con la calidad de vida de forma directa. Por eso, el barrio de Benalúa necesita una estrategia multifactorial donde se aborde con una fuerte perspectiva humanística la realidad en la que convivimos comerciantes, trabajadores, y sobre todo, vecinos.

¡Comparte esta noticia!